El viaje de agua de Amaniel

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El abastecimiento de agua a Madrid se realizó desde la época árabe y hasta la creación del Canal de Isabel II en 1858, mediante un sistema de galerías excavadas en el subsuelo que captaban el agua subterránea. Las galerías se inician en las afueras de la ciudad en los pueblos de El Pardo, Fuencarral y Canillas y descienden con suave pendiente hasta el centro de la ciudad. Las galerías atraviesan las formaciones arenosas terciarias de la cuenca de Madrid que son permeables, captando el agua de este sistema freático. Son aguas potables aunque algunas de ellas con un contenido importante en carbonato cálcico (aguas gordas).

Las galerías se excavaron en mina en las arenas de Madrid y fueron revestidas con fábrica de ladrillo en muchos tramos. Contaban con numerosos pozos de aireación que hoy en día son aun visibles en numerosos registros, en forma de capirotes (pirámides de granito de unos 70 cm de altura y unos 80 cm de base) además de arquetas de granito y algunas recientes de fundición. Esta red con una extensión de más de 150 km abastecía numerosas fuentes, algunas aun conservadas, distribuidas a lo largo de la ciudad aunque sin servicio. También abastecían a edificios públicos y palacios.

El viaje de Amaniel fue construido entre 1614 y 1619 por la corona para el abastecimiento de agua del Alcázar Real. Discurre a lo largo de 6 km entre el cementerio de Hortaleza y el Palacio Real. Este viaje llegó a tener un caudal de 90.000 litros por día.

 El viaje tiene dos ramales: uno que discurre por la Dehesa de la Villa, donde son visibles al menos 6 capirotes que tapaban sendos pozos de ventilación del mismo. El otro discurre desde la Huerta del Obispo (parque de la Ventilla), donde también son visibles varios capirotes, y atraviesa el barrio de Tetuán para juntarse con el otro ramal en la Quinta de los Pinos.

Arqueta esquina calles Villaamil-Alonso Nuñez

El viaje llegaba a la antigua fuente del Caño Gordo, cuyos restos quedaron al descubierto hace pocos años y han sido conservados en un pequeño parque en el Paseo de Juan XXIII. Desde allí el viaje discurre por la calle Guzmán el Bueno, campo de las Calaveras (antiguo cementerio situado en lo que era el estadio Vallehermoso).

Fuente del Caño Gordo (Paseo de Juan XXIII)

A la altura de la calle Fernando el Católico se deriva hasta la Glorieta de San Bernardo, sigue por la calle San Bernardo, desde allí por las calles San Dimas, Norte, Noviciado y Amaniel para llegar a la plaza de Los Mostenses, desde ahí cruza la Gran Vía y por Leganitos, calle de la Bola, San Quintín y Bailen llega al palacio Real.

Arqueta en del calle del Norte

Bibliografía:

Solesio de la Presa, María Teresa: “Antiguos Viajes de Agua de Madrid“ Monografías del Instituto Eduardo Torroja. 1975. 82 p

Llorca Aquesolo, Jesús y Monte Saez, Jose Luis: “El antiguo sistema de abastecimiento de agua de Madrid y su influencia en la vía pública, construcciones en servicio y nueva construcción.” . Revista de Obras Públicas. 1984 p.p. 407-428

López Camacho, Bernardo; Bascones Alvira, María y De Bustamante Martínez, Irene: “El antiguo abastecimiento a la Villa y Corte: los viajes de agua” Boletín de Informaciones y estudios Servicio Geológico Ministerio de Obras Públicas .1986 128 p.

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