- El desahucio de Ofelia Nieto 29 pendía hoy sobre la familia Gracia González, que ha vivido en esta casa desde hace casi 60 años.
- Decenas de activistas se concentraban desde las 8 de la tarde en la vivienda convocados por la Asamblea del 15M de Tetuán para mostrar su apoyo y esperar la llegada de los efectivos policiales.
- Tras un despliegue policial que comenzó a las 6 de la mañana, los antidisturbios se retiraron de la zona a las 9 de la mañana.
Quizás nunca sabremos si el desahucio de Ofelia Nieto 29 se suspendió hoy por la movilidad ciudadana, que llegó a concentrar a decenas de vecinos y activistas en la vivienda, o por el interdicto presentado in extremis ayer en Plaza Castilla por la abogada de los Gracia González, o por falta de seguridad para los funcionarios municipales, pero hoy la familia Gracia González ha ganado un poco de oxígeno.
Oxígeno con el que, sin embargo, no podrán respirar tranquilamente, pues la orden del juzgado número 4 de Gran Vía establece que el inmueble debe estar vacío de enseres para su demolición el día 14 de agosto a las 9 de la mañana. A partir de la fecha de esa orden, de 26 de julio, los funcionarios municipales cuentan con un mes para llevar a cabo el desahucio y derribo de la vivienda.
Conscientes de que la familia, formada por dos ancianos, cinco adultos y tres niñas de 6, 8 y 11 años, necesitaban toda la ayuda posible, vecinos del barrio y activistas de diferentes plataformas (Asamblea 15M Tetuán, PAH Madrid, Juventud Sin Futuro) se concentraron desde las 8 de la tarde del día 13 en la azotea de la vivienda.
Más información en: El ayuntamiento nos ha robado la casa“
Miembros de la Asamblea 15M de Tetuán y de la familia Gracia González bailan a ritmo de batucada frente a Ofelia Nieto 29. Foto: BeaBurgos
Alrededor de las nueve de la noche, un pequeño grupo protestaba contra el desalojo a ritmo festivo de batucada. Tres vehículos de la policía municipal hicieron acto de presencia, lo que llevó a los manifestantes a concentrarse alrededor de los músicos y a cortar la calle durante unos quince minutos. Tras la disolución de la manifestación en la calle, los activistas se reunieron en la azotea para discutir opciones posibles de resistencia y esperar la llegada de la Policía.
“Apenas hemos dormido un par de horas”, señalaba Francisco Gracia, el patriarca de la familia, “a las 4 de la mañana hubo un altercado porque la Policía trajo algo para apalancar las puertas y el ruido nos ha despertado. Poco después llegaron furgones policiales con las sirenas”.
Las primeras unidades de Policías Nacionales y Municipales llegaron alrededor de las 6:15 de la mañana, acompañados de una excavadora y una unidad del Samur. “Jamás me imaginé que vendría tanta Policía. Cuesta creer este despliegue”, decía Rosa, una vecina de la misma calle que reaccionaba con sorpresa ante una veintena de antidisturbios y seis furgones policiales.
Antidisturbios crean un cordón policial ante la presencia de vecinos en Ofelia Nieto. Foto: BeaBurgos
Mientras los activistas se atrincheraban tras las puertas de la vivienda, varias decenas de vecinos se concentraban en ambas márgenes de la calle Ofelia Nieto, que había sido cortada al tráfico entre la Glorieta de Francos Rodríguez y la calle Villamil en sentido sur. Ofelia Nieto 29 parecía un búnker. Sin ventanas por las que acceder y la puerta bloqueada desde el interior, el acceso se podía llevar a cabo tan solo desde escaleras y por la terraza, donde habría sido muy difícil para los efectivos policiales acceder y retirar uno por uno a los numerosos activistas concentrados en apoyo a la familia.
Dos horas más tarde, sobre las 9 de la mañana, la Policía abandonaba la calle, para júbilo de los congregados y de los Gracia González. “Habíamos recogido 4.000 firmas. Teníamos mucho apoyo vecinal. Mucho apoyo por parte de la plataforma de antidesahucios de Tetuán. No tengo palabras para todo el grupo que nos ha acompañado en estos momentos tan difíciles”, han sido las primeras palabras de María Luisa, una de las dos hermanas.
Desde la azotea pedían, sin embargo, cautela, porque “en cualquier momento podrían regresar los agentes”. Y es que el desahucio no ha sido paralizado por completo, sino suspendido por hoy. El Ayuntamiento dispone de un margen de un mes a partir del auto dictado por el juez (el 26 de julio) para dar por terminado el proceso de expropiación y desalojo, que comenzó en el año 2004 a raíz de una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid.
Un activista se cuelga de la puerta de entrada de Ofelia Nieto, 29. Foto: BeaBurgos
Según fuentes municipales, el desahucio ha sido paralizado porque “la Policía no podía garantizar la seguridad del personal que iba a realizar el alzamiento”. Si bien algunos concentrados afirman que alguien tiró piedras sobre las 7 de la mañana, no se trataba de los activistas que se encontraban en la azotea ni de los vecinos congregados, sino de “un grupo de jóvenes que pasaba por ahí”, afirma Stéphane M. Grueso (@fanetin), colaborador de Eldiario.es que vio caer una piedra muy cerca mientras realizaba uno de sus directos con Bambuser.
Por su parte, la abogada de la familia asegura que el recurso que se llevó ayer ante los Juzgados de Plaza Castilla también ha sido decisivo. El interdicto se presentó a la 1:30 de la tarde y la familia Gracia González esperaba una respuesta hoy a partir de las 7:45am. Cuando el desahucio se ha detenido, la abogada se encontraba en Plaza Castilla esperando audiencia con el juez. El desahucio se ha paralizado sobre las 9 de la mañana, pero la respuesta del juez sobre su caso aún se está esperando.
En los próximos días la familia sigue en alerta, con un ojo en las noticias que lleguen del juzgado y el otro en los dos extremos de la amplia avenida de Ofelia Nieto, donde, en cualquier momento, puede volver a presentarse la Policía.
Periodista y editor experimentado se especializa en política y economía de España. Desde 2010, trabaja en destacadas publicaciones españolas, donde cubre eventos clave y analiza tendencias actuales. Sus artículos son reconocidos por su enfoque analítico profundo y su imparcialidad. Se graduó en la Universidad Complutense de Madrid, donde estudió periodismo y relaciones internacionales. En su tiempo libre, disfruta de los viajes y la gastronomía.