Un té frío con Rosa Silverio, entrevista

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Rosa Silverio acaba de ganar el Premio Nacional de Poesía Salomé Ureña 2011, uno de los más prestigiosos de la República Dominicana. Es vecina de Tetuán desde hace un año y dice sentirse muy a gusto en este barrio que encuentra “pintoresco”. Hemos quedado para un café en una sofocante tarde de junio para que nos hable de su vida, su obra y la cultura dominicana.

Me encuentro con Rosa Silverio en Cuatro Caminos una tarde en que el calor es sofocante. Queremos tomar un café o un refresco en una cafetería agradable donde se pueda hablar sin mucho ruido. Después de caminar cinco minutos nos damos cuenta de la dificultad de la tarea. Terminamos encontrando un lugar fresco en un bar-restaurante de la calle Infanta Mercedes. Rosa toma un té frío, yo una limonada.

De Rosa me llama la atención su belleza fresca. Es una de esas personas de sonrisa eterna, que refleja la luz del sol en la mirada y destila alegría entre los dientes. Habla sin ambages y con una claridad meridiana de su vida, su obra y de los puntos símiles y disímiles entre nuestras culturas.

Vienes de una ciudad que se llama Santiago de los Caballeros, en la República Dominicana. Háblanos de tu tierra.
Santiago es la segunda ciudad en importancia en República Dominicana. Es una ciudad relativamente pequeña, con más de un millón de habitantes, que se dedica a la agricultura y tiene parques industriales, donde trabaja gente obrera y campesina. Mucha gente emigra a Santo Domingo. No tenemos playa y apenas un poco de turismo ecológico, pero contamos con el mejor museo del Caribe, el Centro Cultural Eduardo León Jiménes, un museo antropológico que habla sobre nuestras raíces, nuestra cultura y especialmente la tabaquería. No tenemos tantos lugares para el ocio y la diversión como Santo Domingo, pero sí una buena movida cultural. Hay muchos escritores, escultores, pintores, músicos y centros que se dedican a la promoción de la cultura.

Acabas de ganar un premio importantísimo de poesía en tu país natal, el premio Salomé Ureña. ¿Qué características tiene tu obra? ¿De qué habla tu poesía?
Yo me siento muy cercana a la corriente confesionalista. Hablo desde mi perspectiva personal e intento que las personas se sientan cercanas a los sentimientos que quiero transmitir. Transformo cualquier hecho o situación en algo propio y de ahí surge la magia. Aunque hablo de situaciones particulares creo que el lector puede sentirse identificado con lo que escribo. Los temas recurrentes en mi poética son la tristeza, la angustia, la locura, la búsqueda interior del ser humano, la muerte y la realidad de la mujer en el mundo contemporáneo,

Además de poeta, has trabajado como periodista, durante un tiempo mantuviste un exitoso blog de literatura y has escrito cuentos. Háblanos de estos últimos.
En cuanto al blog lo sigo manteniendo activo pero ahora sólo comparto mis actividades literarias, los proyectos en los que me involucro. Durante una temporada le dediqué mucho tiempo al blog haciendo entrevistas, escribiendo reportajes, pero al final terminé degastada. Con relación a los cuentos, me encanta matar personajes, desarrollar relaciones perversas y desequilibradas. En algunos de mis relatos incluso hay humor. Creo que me permito ser más lúdica y divertida en este género. Por cierto, a finales de septiembre se publicará mi primer libro de cuentos editado por el Grupo Santillana.

España y República Dominicana. ¿Qué tienen en común y cuáles son las grandes diferencias entre ambos países?
Tienen mucho en común, porque España colonizó la Isla. Compartimos una lengua, con sus variaciones, la religión, muchas tradiciones, la misma vena latina, alegre y parlanchina. La gran diferencia es el abismo económico que hay entre ambos países, el abismo sociocultural. En Rep. Dominicana solo un pequeño grupo pertenece a la clase alta, la clase media ha ido desapareciendo. Aquí en España incluso un mileurista puede llevar una vida más digna que muchas personas en Rep. Dominicana. Además, los problemas de la crisis, la burbuja inmobiliaria, el petróleo y todo lo que sucede en EEUU y otros países crea una reacción en cadena que ha afectado mucho a la República Dominicana. En la medida en que van pasando los años hay más corrupción, una corrupción consolidada, sistematizada, estructurada, que ya forma parte incluso del modo de la vida de la gente. Para las personas es algo común sobornar a este o al otro, pagar por debajo esto o aquello. Es algo del vivir diario.

¿De aquí qué te gusta más?
La oferta cultural, las posibilidades de escribir, publicar, hacer cosas con otros artistas, experimentar con otras artes. En Rep. Dominicana, si eres una persona abierta y quieres experimentar es más difícil porque es una cultura más cerrada, con muchos tabúes y prejuicios. En España aunque haya prejuicios es una sociedad más abierta que te permite desarrollar tu personalidad.

Ahora que me comentas esto, hace unos días estaba viendo a un grupo de indignados manifestándose y dos dominicanos que los estaban mirando desde lejos decían: “¿Y estos de qué protestan? Si tienen seguridad social, jubilación, paro… Desde su mentalidad no comprendían cómo una persona con los beneficios sociales que tenemos en España podían protestar de ese modo. ¿Aunque, por lo que veo, tras dos años instalada aquí ya eres como una española más, cómo ves tú todo este movimiento social que está sucediendo en España?

¡Ya me gustaría que algo así sucediera en República Dominicana!, pero falta mucho para que ocurra porque en mi país hay una estructura mental basada en la conformidad, la resignación y el soborno. La gente está acostumbrada a no reclamar y si lo hacen son tomados por locos. Hay una especie de democracia representativa que te permite reclamar hasta cierto límite, pero cuando lo transgredes, que es un margen muy pequeño, inmediatamente te meten a la cárcel, te sacan fuera de juego. Yo veo todo el movimiento 15M como algo maravilloso, catártico… cómo la gente de España se despierta y esa generación ni-ni de repente dice “nosotros no somos los que ni estudiamos ni trabajamos, sino que no tenemos oportunidades”. Además, que se les permita protestar, hacer las acampadas y las asambleas me parece magnífico.
Entiendo que un dominicano de una clase media-baja no lo comprenda porque su estructura mental nunca lo va a comprender. Están acostumbrados a la conformidad y a que si te dan algo ya es muchísimo y tienes que agradecerlo para toda la vida. Desgraciadamente, en mi país la gente no está concienciada sobre el reclamo de sus derechos como ciudadanos y como simples seres humanos que merecen vivir bajo condiciones dignas.

¿Cuánto tiempo llevas viviendo en el barrio? ¿Qué tal te han tratado estas calles?
Llevo aquí un año. Venía del barrio de Salamanca pero tuvimos la oportunidad de adquirir un ático precioso y nos cambiamos acá. Estoy entre Orense, Castellana y Bravo Murillo. Son áreas con un ambiente totalmente distinto. Yo me siento muy a gusto, muy tranquila, muy segura. Es hasta un poco pintoresco vivir aquí. Lo que sí que me gustaría es que se pudiera trabajar más el aspecto educativo, la formación, que las asociaciones de dominicanos pudieran trabajar más en la adaptación de nuestra gente para que puedan entender la forma de vida de aquí, que está a años luz del Caribe.

Aconsejaría a cualquier amigo vivir aquí porque puedes aprender de todo lo que se mueve y si eres una persona a quien le gusta la contribución social puedes hacer grandes cosas, algo que todos deberíamos hacer, dar un poquito de lo que sabemos, colaborar en proyectos sociales, educativos, culturales. Hay que trabajar en la re-educación.

Nos confiesa que lo que más le gusta de su obra es su último poemario, “Arma letal”, por el que ha sido galardonada con el Premio Nacional de Poesía Salomé Ureña 2011. El libro aún está inédito, pero otras obras suyas que nos aconseja, “Selección poética”, una selección de lo mejor de los poemarios anteriores, está a la venta en FNAC Callao y en Lulu.